POR: REDACCIÓN SNATCH
Muchas personas están dispuestas a pagar grandes sumas de dinero en programas de coaching ontológico, liderazgo o cualquier programa que garantice transformación, desarrollo, vencer miedos o simplemente encontrar y darte la posibilidad de copiar alguna ruta de éxito. ¡Ten cuidado! La única y mejor ruta del éxito es la que está pensada realmente en ti, tus orígenes y necesidades; la gran escala sólo nos permite encontrar dificultades comunes y qué mejor manera de hermanarnos, pero que poco constructiva.
Cuidar de nosotros y buscar el éxito comienza con hábitos sencillos:
- CUIDA TU CUERPO: Tu alimentación, tu actividad física (por lo menos 3 veces a la semana), tu recuperación (sobre todo el sueño) y tus hábitos de higiene.
- CUIDA TU MENTE: Ordena tu día, expresa tus emociones, no reprimas lo que te desagrada, controla tu ansiedad y sobre todo, claridad en tu día.
Son puntos sencillos; sin embargo, muchos líderes y atletas de élite los ignoran por completo o de manera parcial. En la mayoría de los estudios, un hábito de los más importantes es considerado un lujo por la población abordada, señalando que cuando el día tiene muchas actividades y las horas laborales no alcanzan, es imprescindible tomar horas extras al día. En este estudio, el 68% de la población, además de tener una hora irregular para buscar el sueño, duerme menos de cinco horas al día; por otro lado, el 28 % de la población estudiada fijaba una hora para buscar el sueño y algún porcentaje menor lograba las 6-7 horas de sueño.
Las horas faltantes de sueño, de acuerdo a la NATIONAL SLEEP FOUNDATION, así como el horario irregular en el cual vamos a dormir, está asociado con enfermedades mentales (depresión, ansiedad, trastornos de alimentación, trastornos límite o “border”, etc.) y físicas (obesidad, cardiopatías y diabetes).
Además, el sueño ligero limita el razonamiento lógico, la función ejecutiva, la atención y por ende, los estados de ánimo. ¿Te parece poco? Todo lo anterior, de no cuidarse, a largo plazo puede producirte demencia o Alzheimer.
Cualquier humano puede sobrevivir periodos largos de tiempo sin agua y comida, pero la privación de sueño puede llevarte a la muerte, tan es así que, es una técnica empleada en programas de interrogatorio, modificación de conducta y otros más.
En otros tiempos, hacer alarde de pocas horas de sueño era una muestra de valor o sacrificio; sin embargo, hoy ese estereotipo ya se derrumbó. Evidentemente una cosa es ir a la cama y otra dormir un periodo mínimo de 6 horas para tener un sueño reparador.
Afortunadamente, dormir no es una cuestión de suerte o de caer agotado, como toda habilidad puede ser entrenada y aquí te dejamos algunos tips:
- TOMA CONSCIENCIA DE LA “OLA DE MELATONINA”: Ve a la cama justo cuando tengas señales de sueño. La melatonina es una hormona natural liberada por la glándula pineal que simplemente nos relaja.
- EVITA LAS PANTALLAS: Apaga la pantalla o móvil por lo menos 20 minutos antes de irte a dormir, ya que estos aparatos producen gran cantidad de rayos UV; ésta luz inhibe la glándula pineal, en consecuencia la producción de melatonina baja y no consigues el sueño.
- DISFRUTA DE ACTIVIDADES DE PERCEPCIÓN HASTA UNA HORA ANTES DE DORMIR: Pensar demasiado es otro enemigo del sueño, practica el “MINDFULNESS” para ayudarte a quitar el ruido dentro de tu mente.
- EVITA COMER UNA HORA ANTES DE IR A DORMIR: La digestión es un proceso por el cual obtenemos los nutrientes de los alimentos consumidos; para funcionar, requiere grandes cantidades de sangre; por ende, tu cuerpo, mente y corazón siguen trabajando.
- PRACTICA DOS MINUTOS DE “MINDFULNESS” ANTES DE BUSCAR EL SUEÑO: El entrenamiento de la atención podría ayudarte en gran medida a lograrlo.
REFERENCIAS:
https://www.sleepfoundation.org
F. P. Capuccio et. al. “Sleep duration and all-cause mortality: A systematic review and meta-analysis of prospective studies”, sleep 33, no. 5 (2010)
P. Alhola y P. Polo kantola, “Sleep deprivation: Impact on cognitive performance” Neuropsychiatric disease and treatment 3, no. 5 (2007): 553
A. Altun y B. Ugur-Altun, “Melatonin: therapeutic and clinical utilization”, International Journal of clinical practice 61 (2007): 835-845